Es importante que cuando compres o adquieras un perro lo lleves primero con el veterinario para que establezca un calendario de desparasitaciones y vacunas en base a la edad, la inmunidad materna y el historial del perro y su entorno.
Las enfermedades que normalmente se previenen con la vacunación son el moquillo, la hepatitis infecciosa canina, la leptospirosis, la tos de las perreras y la rabia, entre otras.
Lo normal es comenzar con las vacunas entre las 6 y 9 semanas de vida y terminar siempre después de las 12 semanas.
Debes tener en cuenta que “vacunar” no es inyectar solamente una “vacuna”, sino crear los anticuerpos necesarios en el organismo del animal para lograr una resistencia duradera frente a una enfermedad. Para ello, es vital tener en cuenta algunos puntos como los siguientes:
- La zona donde va a vivir el perro.
- La época del año, porque de eso va a depender la probabilidad del desarrollo de algunas enfermedades.
- El estado inmunológico del perro.
- El tipo de perro, dependiendo de la raza o sensibilidad individual.
- Y si el animal está cubierto por la inmunidad materna o si existe alguna interferencia con anticuerpos maternos.
Al igual que la vacunación, la desparasitación deberás iniciarla entre los 15 días y los tres meses de edad de tu mascota. La desparasitación es fundamental para que las vacunas puedan estimular correctamente el sistema inmunitario que lo protegerán de las enfermedades infecciosas. Cuando saques de casa a tu cachorro es importante que lo cargues hasta que no hay completado su calendario de vacunación para evitar contagios.
Por supuesto, el perro adulto también debe ser desparasitado de forma rutinaria y las revacunaciones deben ser anuales.
Como rutina, la visita al veterinario deberá ser mensual durante el crecimiento y una vez al año cuando el perro alcance la edad adulta.
Algo fundamental para el buen estado físico y mental del perro es el ejercicio físico, pro de esto hablaremos en entregas posteriores.